Todas las enfermedades y trastornos de salud que se pueden tratar tienen un tratamiento médico. Sin embargo, se sabe que, a veces, la medicina no es la única que cura y también las terapias alternativas lo hacen, a menudo más rápido y mejor que las pastillas.
Un ejemplo lo tienes con la propia acupuntura que, antes, los médicos no la recomendaban porque decían que no servía para nada, y sin embargo ahora muchos médicos se han dado cuenta de la potencialidad que tiene y, a muchos pacientes, se lo suelen recetar para que trate sus dolencias porque saben que funciona mejor que la propia medicina.
En este caso, las terapias alternativas para los epilépticos también pueden servir. De hecho, el Programa Prioritario de Epilépsia (PPE) ha establecido que, aparte de los tratamientos médicos que se pueden encontrar, tampoco van mal los tratamientos alternativos para la epilepsia, eso sí, siempre que sean secundarios, es decir, complementarios al tratamiento farmacológico ya que se preciosa del mismo para tratar la enfermedad.
Una de las mejores terapias alternativas para los epilépticos es, sin duda, el yoga, que ayuda a controlar las crisis epilépticas que se tienen y mejora la calidad de vida de los pacientes.
Otra técnica utilizada y a la que hemos hecho mención anteriormente es la acupuntura. De hecho se utiliza en algunos países aumentando ligeramente los días en que no se producían casos de crisis. También está indicada para los epilépticos.
Una terapia alternativa que tiene buenos resultados es la dieta cetogénica, una dieta basada en una alta concentración de grasas y una baja de proteínas y carbohidratos. No es que sea muy aceptada, debido a los efectos secundarios que tiene, pero sí es verdad que, en el 50% de los niños que consumen esta dieta se disminuyen las crisis en un 50% después de un año de estar con ella.