Rejuvenece tu rostro con hielo como terapia

Siempre se ha dicho, por los médicos, que es bueno acabar las duchas con agua fría porque eso hace que el cuerpo se active más rápido y, de cara a la circulación de la sangre, es mucho mejor. Pero, no solo eso es bueno, lo cierto es que el rostro ahora es posible sin tener que estar comprando cremas que de por sí son caras y tardan mucho en verse los resultados. El hielo es mejor.

Hoy día, el estrés, el cansancio, la fatiga, etc. hacen mella en el aspecto que tenemos para los demás y la piel envejece mucho más rápido a pesar de no quererlo. Sin embargo, en lugar de recurrir a cremas, vamos a darte una para hacerlo: el hielo.

Cómo rejuvenecer con hielo

Primero lava tu rostro con tu jabón, el que quieras, aunque te recomendamos que sea suave y, si es de glicerina, mejor que mejor.

Coloca ahora en una bolsa de plástico pequeña algunos hielos y envuélvelo en una toalla fina. Pretendemos conseguir una compresa.

Has de pasarte ese hielo por toda la piel del rostro o por todo el cuerpo, no hay problema, durante, al menos, 15 minutos. Es habitual que sientas que la piel se tensa de inmediato y el hielo lo que hará es que la piel se reafirme al mismo tiempo que le devuelve ese brillo especial que habías perdido.

Por supuesto, esto hay que hacerlo varias veces a la semana para ir notando los efectos cada vez más en el tiempo y lograr finalmente que sea algo más permanente. Esto se produce debido a que se mejora la circulación y se disminuye la aparición de las arrugas o se alivia en caso de que haya acné. Además, si eres propensa a tener muchas ojeras o hinchazón, el hielo te servirá para relajar esas partes de tu rostro y conseguir uno mucho más bonito. Solo tienes que ponerte manos a la obra e intentarlo.

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