No sólo los psicólogos, sino también los médicos y hasta científicos han consentido en afirmar que muchos de los males del cuerpo tienen su origen en nuestro psiquismo, o más concretamente, en las emociones. Es por eso que, en los últimos tiempos, tendemos a buscar la cura a nuestras dolencias en terapias alternativas como el Reiki.
Más allá del terreno de lo místico, el control de las energías tiene una influencia evidente en nuestra salud. No tenemos más que ver cómo nos afecta el estrés diario. Es una realidad constatada que vivir agobiados por los contratiempos da lugar a muchos problemas de salud. Buscar ayuda en terapias como el Reiki es una opción a nuestro alcance para echar fuera toda esa mala energía que nos hace enfermarnos.
Qué es el Reiki
De origen japonés, el Reiki utiliza la energía vital de las personas llamada ki en japonés para reequilibrar su estado físico y mental, y conseguir así que su organismo se fortalezca con el fin de elevar sus defensas y curar sus enfermedades. O al menos, mejorar su estado de salud. Para los antiguos japoneses el bloqueo del flujo de la energía es el responsable del mal estado de salud.
Mediante la imposición de sus manos, el experto transmite su energía vital a otro ser. La terapia puede ser aplicada también a animales o plantas, e incluso utilizarse para sanarse a sí mismo.
¿Quiénes pueden recurrir al Reiki?
Aunque el Reiki en absoluto sustituye un tratamiento médico para combatir una enfermedad, sí que supone una buena ayuda como manera de complementar cualquier tratamiento recetado, pues no posee contraindicaciones ni efecto secundario alguno.
Personas que reciben tratamientos de quimioterapia por cáncer, drogodependientes en rehabilitación, así como pacientes con cualquier otro tipo de adicciones, estrés o ansiedad, molestias gástricas, insomnio y molestias asociadas el nerviosismo en general notan mejoría en su curación si se someten a sesiones de Reiki.
Pero no solamente enfermos son candidatos a ser tratados con esta terapia alternativa. También aquellas personas que simplemente buscan relajarse, o incluso intelectuales que quieran estimular su creatividad, recurren al Reiki.