Hablamos en su momento de que el reiki es una técnica de sanación espiritual de origen japonés y de inspiración budista. Es por este motivo que la figura del maestro cobra tanta relevancia en cuanto a su aprendizaje se refiere. Elegir un curso de reiki equivale a elegir a tu maestro de la disciplina y es que técnica y maestro son indisolubles.
Dicen los expertos que el budismo sólo se puede transmitir de maestro a discípulo, pues lo mismo ocurre con el reiki, al basarse éste en una técnica de sanación y equilibrio espiritual. En este punto, se aconseja a los principiantes que se preocupen por conocer el linaje de quién será su maestro que les iniciarán en la práctica.
Por supuesto y, misticismo aparte, también es importante que averigües si tu maestro posee un diploma acreditado de otro maestro o de la Federación Española de Reiki. Y como en todo, la experiencia es un grado, así que procura que tu maestro tenga al menos dos años de experiencia que es el período mínimo de aprendizaje.
Elegir el centro adecuado
El lugar más seguro al que puedes acudir si estás en España es la Federación Española de Reiki. Allí te asesorarán y te informarán de los cursos que se estén impartiendo. Un consejo más es que desconfíes de quien te ofrezca aprender reiki en un corto período de tiempo, y es que el reiki requiere de paciencia y únicamente puede aprenderse con la práctica y el diálogo con tu maestro, por lo que jamás podría aprenderse mediante un manual por muy bueno y completo que éste sea.
El reiki presenta tres niveles más la maestría, y todos estos niveles deben aprenderse de manera pausada y reflexiva. Tanto así que recomiendan descansar un plazo de tres meses entre el primer y el segundo nivel, un año entre el segundo nivel y el tercero, y luego seis meses antes de iniciar la maestría. Y es que dada su espiritualidad, esta disciplina aprovecha y se alimenta de los cambios que se producen en nuestras vidas.
Otro lugar al que puedes acudir si estás interesado en el reiki es la Fundación Sauce. Se trata de una ONG con sede en Madrid que presta el servicio de enseñanza de reiki a personas sin recursos y en riesgo de exclusión social trabajando en cárceles, hospitales y residencias de ancianos. Trabajan en España y en América Latina.