El cristal de jade es muy utilizado en la gemoterapia por sus propiedades curativas. Este cristal es un armonizador del cuerpo humano y del hogar pues produce efectos relajantes y sedantes. Es ideal para las personas que son muy nerviosas además de ser un potente limpiador de las energías negativas del hogar.
El jade en la historia del mundo
Hace miles de años el ser humano ya utilizaba las piedras como amuletos con propiedades mágicas que les alejaban de la mala suerte y de los peligros. El jade está considerado como piedra sagrada en China. Simboliza la paz interior y la serenidad. De hecho, las imágenes de Buda y su altar están fabricadas con piedras de jade.
Cuando los conquistadores españoles llegaron a México vieron como los nativos curaban las dolencias renales con estas piedras y en la actualidad se utilizan para curar ciertas dolencias y conseguir el perfecto equilibrio interior. Muchas personas llevan como amuleto alguna piedra de jade ya que consideran que les trae buena suerte, les aleja de enfermedades y les protege de los accidentes.
Las dos clases de jade
Hay dos clases de jade diferentes:
- La nefrita que se puede encontrar en cualquier parte del mundo y tiene diferentes colores.
- La jadeíta que procede de Birmania y además del verde, puede encontrarse en colores como el blanco, rosa, azul, negro, gris y amarillo.
Para saber la calidad de la piedra, los profesionales se fijan en su transparencia; a mayor transparencia, más pura es la piedra y mayor es su eficacia.
Los colores más valorados son verde manzana y verde imperial, ya que son muy escasos. El jade de color lavanda es muy poco común y alcanza un precio muy elevado en el mercado. Una mancha verde en una piedra de jade blanca es llamada por los chinos “Musgo en nieve” y cómo se puede prever alcanza valores elevadísimos en el mercado.
¿Cómo se aplica el jade?
Los profesionales de la gemoterapia indican que ninguna de las partes de un cristal es más importante que otra. El jade purifica la sangre, sirve para potenciar el sistema inmunológico y depurativo y protege de los peligros y de los accidentes.
Los cristales de jade se colocan en el cuerpo dependiendo de la dolencia que se quiera tratar. Los cristales consiguen curar ya que al colocarlos sobre la piel, la piedra vibra y produce una movilización de la estructura molecular del organismo modificando la energía, según el cristal que se esté utilizando.
Si se quiere mejorar el rendimiento de los riñones hay que colocar una piedra de jade a la altura de la cintura por la parte de la espalda. Se va alternado la parte derecha e izquierda cada día. Si se quiere purificar la sangre hay que colocar el jade a la altura del corazón.
Según su color se puede utilizar para diferentes dolencias:
- Los jades blancos sirven para relajar y sedar.
- Los que tienen cierto tono malva o lavanda se relacionan con el corazón y el equilibrio emocional.
- El jade verde produce un efecto curativo generalizado.
Desirée R.A.